Buenas buenas gente bonita!, les traigo otro capitulo, esta vez haciendolo un poco mas largo de lo usual para que lo disfruten.




Cuando me desperté todavía estaba oscuro. Al darme cuenta de que era muy temprano para ir al trabajo, dediqué unos minutos a intentar volver a dormir sin ningún resultado.
"Podría levantarme e intentar hacer algo en lugar de estar acostado". Me senté y enfoqué mis ojos en mi cuarto oscuro, instantáneamente note que algo estaba mal.

Mi cuerpo era demasiado liviano en algunos lugares y mucho más pesado en otros,  las largas hebras de pelo negro en mi cara y hombros,.
Aun medio dormido salte de la cama
Marcela: - ¿Que? - 
Paré lo que estaba diciendo; esta voz... Marcela? 
Al pensar en su nombre, los acontecimientos de ayer pasaron brevemente por mi cabeza, estaba desorientado un poco por la experiencia de estar en un cuerpo que no era mío (y el cuerpo de la mujer en ese sentido)
Hice un estiramiento rápido, pero resultó que no era necesario; no estaba seguro de que fuera porque ella era una mujer o porque era atlética, pero el cuerpo de Marcela era flexible incluso después haber despertado.
Marcela: - Bueno, eso es un buen cambio, por lo general soy tan rígido como una tabla cuando me despierto - Me prometí comenzar a hacer más ejercicio cuando volviéramos a cambiar, no quería tener articulaciones rígidas de nuevo.
sin embargo, mientras me estiraba, no pude evitar prestar atención a lo que llevaba puesto ahora, estaba usando el suéter que había recogido del piso la noche anterior, y el recuerdo de lo que vino antes me hizo sonrojarme.

Mirando mi débil reflejo, no pude evitar admirar lo sexy que se veía mi cuerpo temporal; Siempre había usado suéteres, pero la forma en que esta colgaba de mi nuevo marco era algo que nunca había sentido, era un tamaño grande, revelando un hombro, pero a pesar de eso, lucia bien a mi nueva figura, Marcela se curva hacia fuera donde su marco más delgado no lo hacía, justo como un reloj de arena. "Era solo un suéter", sin nada debajo que cubriera mi parte inferior pero lo corto que se extendía hacia abajo quedaba muy poco para la imaginación.
Marcela: - hmm, tengo bastante hambre -  me pregunto que hace marcela normalmente para comer tomando en cuenta el hecho que no tiene muy poco en su refrigerador.
Me dirigí a la cocina de Marcela, que afortunadamente estaba mucho más limpia que su dormitorio.
Volví a dar una mirada rápida a su refrigerador; al menos todavía estaban los huevos y un poco de leche. Saqué 5 huevos y comencé a revolverlos con queso.
Unos minutos después, el desayuno estaba casi listo: Tomé un vaso de leche para completar la comida y luego me senté a comer.
Marcela: - Bien, comamos mi delicioso manjar - dije alegremente
Me concentré en mi comida y noté que marcela tenía un gusto diferente al que yo tenia, pero no fue lo único que cambió. Ahora estaba completamente satisfecho con la mitad del desayuno. 
Trate de comer lo mas posible, siempre me habían educado a no desperdiciar los alimentos. Me comí el último huevo, ignorando la llamada de mi cuerpo que decía que parara.
Después de haber acabado toda la comida del plato decidí ir al baño pues no me sentía muy bien. He estado aplazando este momento todo el tiempo que pude, pero había llegado el momento.
"Lo que voy a hacer es totalmente natural" pensaba mientras trataba de controlarme. 
Ahora estaba retorciendo las piernas, tratando de no orinarme. Decidí no aguantar la orina un segundo más, aparté mi ropa y me senté en el inodoro como toda una dama.
A pesar de mi necesidad realmente no sabía qué hacer. Mi vejiga se sentía como si estuviera en un lugar diferente y no sabía cómo vaciarla.
Simplemente me relaje todo lo que pudiera. Finalmente, la presión en mi vejiga disminuyó y escuché un tintineo en la taza de baño. Cuando cesó el flujo de liquido, me levanté y baje la palanca.
Tome una ducha super-rápida para estar listo lo mas pronto posible,  el pelo me costo gran trabajo pero gracias a Youtube pude arreglarlo. Al volver a la habitación seguí viendo vídeos rápidos para ayudarme a vestir, mis únicas guías eran el espejo y el teléfono.
Abrí el armario, exponiendo una fila entera de la ropa: faldas, pantalones, camisas, chamarras, había juegos completos, e incluso algunos en cajas y apartados. 

Como no sabia que usar hoy, pensé en como se vestía usualmente, así que opte por una falda blanca (un poco ajustada) que terminó justo por encima de mis rodillas, como no había otra camisa use una blusa de satén azul marino lo suficiente como para mostrar el sujetador de encaje que usaba debajo (lo cual me avergonzaba usar), las medias brillantes y unos tacones altos.
En el espejo me veía bastante bien, hasta me daban ganas de hacerme el amor a mi mismo, pero por otro lado, me sentía raro usando esta ropa, era como si fuera una muñeca.

Aun tenia dos horas, para ir al trabajo, así que decidí ir a la agencia de cambio de cuerpos para ver si hoy mismo podrían cambiarnos de vuelta...